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martes, 13 de abril de 2010

Los comienzos

Para mi todo empezó cuando me di cuenta que no era la única que creía haberse quedado sola en este mundo, que había otros como yo que también necesitaban un espacio en el cual encontrarse.
El tiempo nos animó a juntarnos en Hebraica, el club C.A.S.A y otros lugares de forma itinerante: tomábamos clases, realizábamos talleres y, lentamente, esa mitzva colectiva en la que todos nos apoyamos, comenzó a dar sus frutos.
Algunos lograron formar pareja, otros consiguieron trabajo, pero sobre todas las cosas se formó un grupo de pertenencia de mas de 200 personas, que siguió creciendo como una gran red de amigos en torno a un claro concepto de libertad.
Los resultados dejan a la vista que todavía es posible creer en los afectos. Estamos decidios a romper el aislamiento. Hoy, nos animamos todos juntos a crear nuevos vínculos.
Este libro está dirigido a todos aquellos que padecen o padecieron un sufrimiento ligado a sus vínculos, con lo difícil que resulta su establecimiento en la época en que vivimos. Mi intención fue describir, a través de este taller, las experiencias vivenciales con las que ayudo, accionando, a quienes padecen pérdidas afectivas.
Dado que nadie está exento de sufrir estas pérdidas, me ocupo de aquellos que se han divorciado, enviudado, han quedado huérfanos o sin familia. Personalmente he sufrido mucho estar sin pareja, así como haberme quedado sola con un hijo muy chico. La idea de crear una red de base, apoyo y orientación, también me ha sostenido en mi propia vida, no sólo como profesional sino como mujer y madre
Les agradezco, por haberme acompañado en la realización de este libro, a todos los que han participado en mis talleres y cursos. También a quienes me han reconocido como persona y profesional, porque han descubierto que mi mayor deseo es que el amor sea posible para todos. Ellos son mi hijo Lucas, Analía Brodsky y Marta Wolff del programa radial Mujeres en acción; el doctor Héctor Krakov, mi analista la licenciada Eva Lerner y mi tía Elsa Lekerman quien estuvo en mis momentos más difíciles.
A todos les reconozco mi amor por los vínculos dignos; les doy mi tiempo, mi presencia y paciencia que, estoy segura, son las bases del encuentro.

Roxana Lekerman

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